Blog de difusión y reflexión de Reiki, Hatha Yoga, espiritualidad y terapias transpersonales. Enseñanza y tratamientos.

Desiderata*

*Gracias a Paloma, que me hizo recordar esta maravilla...

Anda plácidamente entre el ruido y la
prisa y recuerda
qué paz puede haber en el silencio.
Vive en buenos términos con todas las
personas, todo lo que puedas
Sin rendirte
Dí tu verdad tranquila y claramente.
Escucha a los demás
Incluso al aburrido y al ignorante: Ellos
también tienen su historia.
Evita a las personas ruidosas y
agresivas, sin vejaciones al espíritu.
Si te comparas con otros, puedes
volverte vanidoso y amargo,
porque siempre habrá personas más
grandes y más pequeñas que tú.
Disfruta de tus logros así como de tus
planes
Mantén el interés en tu propia carrera
aunque sea humilde: Es una buena
posesión
en las cambiantes fortunas del
tiempo.
Usa la precaución en tus negocios,
porque el mundo está lleno de
trampas.
Pero no por eso te ciegues a la virtud
que pueda existir. Mucha gente lucha
por altos ideales y en todas partes la
vida está llena de heroísmo.
Sé tú mismo. Especialmente no finjas
afectos. Tampoco seas cínico
respecto del amor
porque frente a toda aridez y
desencanto, el amor es perenne como
la hierba.
Recoge mansamente el consejo de
los años renunciando graciosamente
a las cosas de juventud.
Nutre tu fuerza espiritual para que te
proteja en la desgracia repentina.
Pero no te angusties con fantasías.
Muchos temores nacen de la fatiga y
la soledad.
Junto con una sana disciplina, sé
amable contigo mismo.
Tú eres una criatura del universo, no
menos que los árboles y las estrellas.
Tú tienes derecho a estar aquí. Y te
resulte evidente o no, sin duda
el universo se desenvuelve como
debe.
Por lo tanto, mantente en paz con
Dios, de cualquier modo que lo
concibas,
y cualesquiera que sean tus trabajos
y aspiraciones, mantén en la ruidosa
confusión,
paz con tu alma.
Con todas sus farsas, trabajos y
sueños rotos, éste sigue siendo un
mundo hermoso.
Ten cuidado. Esfuérzate en ser feliz.
 
Encontrado en la Iglesia de St. Paul, Baltimore, en 1696

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