Historia.
La búsqueda del conocimiento.
Mikao Usui.
Traducción de la lápida conmemorativa situada en el Templo
budista Saihouji de Tokio, junto a la tumba de Mikao Usui. Esta fue colocada
en febrero de 1927, un año después de su muerte, por uno de sus estudiantes.
“La virtud es lo que uno logra espontáneamente mediante la
práctica y el entrenamiento mental, mientras que se llama mérito a lo que es
realizado para difundir los modos de guiar y salvar a los demás. El hombre con
gran virtud y gran mérito es digno de ser llamado el gran fundador. Aquellos
genios, dotados o filósofos que han creado o fundado nuevas disciplinas o
corrientes poseen esta característica. El maestro Usui ha sido uno de ellos.
El maestro creó un "método para mejorar el cuerpo y
la mente sobre la base del Reiki universal". Desde todas partes del país,
acudían personas que deseaban aprender la terapia o ser curadas por la misma,
teniendo su método una gran difusión.
El nombre del maestro era Mikao, y su seudónimo, Gyoho.
Oriundo del pueblo de Taniai del distrito de Yamagata de la prefectura de Gifu,
es descendiente de un samurai que vivió al fin de la era Heian y hacia
principios de la era de Kamakura. El nombre de su padre fue Taneuji,
popularmente llamado Uzaemon. La familia materna era de apellido Kawai.
Nació el 15 de agosto del primer año de la era de Keio
(1865). Pese a las dificultades económicas de la familia, se dedicó
intensamente al estudio desde muy joven, demostrando una habilidad académica
extraordinaria.
Una vez llegado a la mayoría de edad, viajó a Occidente y a
China para estudiar. A pesar de sus elevadas aspiraciones, no siempre las cosas
le fueron bien y tuvo que enfrentarse a múltiples dificultades; pero nunca se
rindió y mostró una personalidad valerosa, empeñado en su aprendizaje, no cejó
nunca en la búsqueda del sentido de la vida.
Cierto día decidió retirarse al monte Kurama para ayunar y
llevar a cabo distintas disciplinas espirituales en condiciones de extrema
dureza. A los veintiún días sintió Reiki en la zona de su coronilla y, en un
instante, consiguió Satori, adquiriendo el Rei No (el don misterioso para
sanar). Después de practicarlo sobre sí mismo y probarlo con los miembros de su
familia, descubrió que los efectos se manifestaban rápidamente. Usui Sensei
pensó que en vez de trasmitir este don solo a sus familiares, era mejor
compartir esta fuente de felicidad con cuantos pudieran beneficiarse de ella y
decidió enseñar este método a quien lo deseara. En el mes de abril del año 11
de Taisho (1922), se mudó a Harajuku, Aoyama en la ciudad de Tokio y fundó Usui
Reiki Ryoho Gakkai (Asociación de practicantes de Reiki Ryoho de Usui) y
comenzó a enseñar públicamente el Reiki Ryoho, simultaneando las enseñanzas con
los tratamientos. La clínica se desbordaba con la cantidad de gente que acudía.
En septiembre de 1923, los incendios provocados por el
Gran Terremoto de Kanto produjeron un gran número de heridos. El maestro Usui
profundamente preocupado, se dedicó a atenderlos, recorriendo toda la ciudad.
Una cantidad innumerable de heridos y
enfermos fueron salvados, por las actividades de socorro desarrolladas
por el maestro en esa emergencia.
No pasó mucho tiempo sin que su clínica se quedara pequeña,
lo que le indujo a trasladarse a Nakano, en las afueras de Tokio, en febrero
del año 14 de Taisho (1925). Como su fama continuó expandiéndose, recibió
invitaciones para visitar diferentes ciudades de Japón. Y así, se trasladó a
Kure, a Hiroshima, Saga… Pero fue en Fukuyama donde le sobrevino la muerte de
forma natural, en una hospedería en la noche del 11 de marzo del año 15 de
Taisho (1926), a la edad de 62 años.
Su esposa se llamaba Sadako Suzuki. Tuvieron un hijo y una
hija, el hijo de nombre Fuji.
El maestro tenía un temperamento apacible y reservado, se
mostraba tal como era, sin disimular. Tenía una constitución física importante,
y sonreía siempre. Cuando se empeñaba en algo, lo hacía con una voluntad clara,
paciencia y previsión. Hombre de grandes talentos, amaba la lectura, y poseía
un vasto conocimiento que abarcaba los campos de historia, medicina, budismo,
cristianismo, psicología, artes paranormales, magia, adivinación y filosofía.
Resulta claro que sus estudios formaron la base de sus prácticas ascéticas y
éstas a su vez eran claves para la creación del método Reiki.
Si reflexionamos, el principal objetivo de este Rei Ho, no
es solo sanar las enfermedades físicas. Su propósito último está en cultivar el
corazón para mantener el cuerpo sano a través del poder misterioso del
Universo, Rei No, que se nos otorga para disfrutar de los buenos actos de la
vida.
Por eso, para enseñar este método, primero recitamos los
Gyoseis (poesías cortas escritas por un emperador) del emperador Meiji y
recitamos verbal y mentalmente los Cinco Principios, una vez en la mañana y
otra por la tarde.
Los cinco principios son: Solo por hoy, no te enojes, no te
angusties, se agradecido, se diligente, se gentil con los otros.
Estos son los principios esenciales de este aprendizaje. Nos
acercan a la experiencia de los sabios y los santos de la antigüedad que
profesaban el desarrollo armónico del corazón y la mente. Usui Sensei llamaba a
estos principios “Los secretos para invitar a la felicidad y el remedio
misterioso para todas las enfermedades”. Es preciso saber que estos principios
poseen tales cualidades.
Empleó el método de enseñanza lo más simple que le fue
posible, para que fuera accesible para todos. La esencia de la enseñanza reside
en sentarse en silencio, colocando las manos en la posición gassho, repitiendo
silenciosamente estos preceptos. Ello ayuda a cultivar la mente pura y sana, la
que debe ser aplicada para la vida diaria. Esta es la razón por la cual el
método de terapia Reiki se ha difundido con facilidad.
Últimamente el mundo está cambiando y hay muchas
transformaciones en el pensamiento. Afortunadamente, si podemos disfrutar de
este Rei Ho estaremos en condiciones de, en cierta forma, ayudar al alivio de
las perturbaciones del corazón de la gente y la ética social. Lo que podemos
conseguir con el método no son únicamente los beneficios de sanar enfermedades
antiguas, sino también de corregir las dolencias crónicas y los malos hábitos.
El número de los discípulos del
maestro ha superado los dos mil. Los discípulos de altos rangos que residen en
Tokio se reúnen en el "dojo" para entrenarse y los que se encuentran
en el interior del país se dedican a su enseñanza y difusión. El maestro Usui
ya no está con nosotros, pero la terapia Reiki ha de perdurar y ser transmitida
de generación en generación. ¡Qué grandeza la del maestro haber percibido Reiki
y haberlo compartido con los demás!
Un grupo de sus discípulos se
han reunido y decidido a erigir una lápida cerca de su tumba en el templo de su
familia para dar testimonio de sus virtudes y méritos y trasmitirlos a la
posteridad. Se me ha concedido el honor de elaborar el epitafio, lo cual acepté
con gusto, porque estoy profundamente impresionado por las hazañas del maestro
y el respeto y cariño que sus discípulos le guardan. Espero sinceramente que
las generaciones venideras recuerden al maestro cuando lean este epitafio con
admiración y respeto”.
Febrero de
1927.
Texto
elaborado por: Masayuki Okada, Doctor en Letras, condecorado
con la
Tercer Orden al Mérito.
Caligrafía
por: Juzaburo Ushida:
Contralmirante
de la Marina Imperial, condecorado con la Tercer Orden al Mérito.
Reiki fue redescubierto a mediados del siglo XIX por un monje llamado Mikao Usui.
La historia de la búsqueda del conocimiento secreto de Usui ha sido contada por la Gran Maestra Hawayo Takata (1900-1980).
Esta es una versión edulcorada y con ingredientes cristianos para conseguir introducir la técnica en occidente. La reflejo aquí porque las analogías que utiliza para describir la iluminación (satori) que recibe Usui, donde se le revela la forma de utilizar los símbolos que él ya conocía, me resulta muy pintoresca y disfrutable.
Usui era el Director de un Seminario Cristiano en Kyoto. Sus estudiantes le preguntaron por qué nunca les había enseñado nada acerca del método de curación que usaba Jesús. Ante esta pregunta, el Dr.Usui se dio cuenta que nada sabia sobre este tema; y fue en ese momento que decidió abandonar su posición como Director del Seminario e irse a estudiar Cristianismo hasta que adquiriera el conocimiento deseado.
Su búsqueda lo llevo a América, donde asistió a la Universidad de Chicago, y se graduó como Doctor en Teología.
Durante sus estudios no encontró las respuestas a las preguntas que habían motivado su viaje. Viajó entonces al Norte de la India, donde estudio las sagradas escrituras. Busco también en las Escrituras chinas. Pero todo era en vano. Las respuestas no llegaban.
Mas tarde Usui regresó al Japón y descubrió algunas formulas y símbolos Sánscritos en los viejos Sutras Budistas que parecían contener las soluciones de su búsqueda.
Durante este periodo vivió en un Monasterio en Kyoto, desde donde viajó a la montaña Sagrada de Kuriyama.
Fue allí que decidió ayunar y meditar en soledad durante 21 días con la esperanza de obtener el contacto con un nivel de conciencia tal como el que se describía en las formulas Sánscritas.
Durante su estadía en la montaña, Usui leía en los Sutras, cantaba y meditaba.
Nada inusual pasó hasta el ultimo día, cuando vio una luz brillante moverse a gran velocidad hacia él. Esta se fue haciendo más y más grande, hasta que finalmente lo golpeó en el centro de la frente.
Vio millones de pequeñas burbujas de color azul/lila, rosado, todos los colores del arco iris. Una gran luz blanca apareció, y vio unos símbolos Sánscritos poco conocidos brillando en dorado frente a él.
Este fue el nacimiento del Sistema Reiki de Usui y como le fue revelado a él de los Sutras Budistas.
Cuando regreso al estado normal de conciencia, el sol brillaba alto en el cielo. Sintiéndose jubiloso y lleno de fuerza y energía espiritual, comenzó a descender de la montaña. En su prisa por bajar se dio un fuerte golpe en un dedo del pie y cayo al suelo. El dedo sangraba, y cuando instintivamente se cogió el dedo con ambas manos por unos minutos, dejo de sangrar y el dolor desapareció. Este fue el primer milagro.
Usui tenía mucho hambre y se detuvo en una posada a lo largo del camino
y ordenó un gran desayuno japonés. El mesonero le advirtió que no comiera algo tan abundante después de haber ayunado tanto tiempo, pero Usui pudo comer sin que le cayera mal. Este fue el segundo milagro.
La nieta del posadero tenia un fuerte dolor de muelas desde hacia varios días. Usui puso su mano sobre la cara inflamada de la niña e inmediatamente se sintió mejor. La niña corrió a contarle a su abuelo que el huésped no era un monje común. Este fue el tercer milagro.
Durante los meses siguientes, Mikao Usui sentó los fundamentos del método mediante el cual podía sanar y se entregó a la tarea de difundir su enseñanza a tantas personas como fuera posible, pues entendió que el Reiki era un regalo del Universo para ser compartido con toda la humanidad.
Con ese propósito, fundó el 11 de abril del decimoprimer año de Taisho (1922) la Usui Reiki Ryoho Gakkai, una asociación para la enseñanza y la práctica del método Reiki de curación, y comenzó a enseñar públicamente el método al tiempo que ofrecía sus tratamientos a cuantos los necesitaran.
La labor de Usui Sensei benefició a un número incontable de personas. Este se elevaría aún más con su participación en las tareas de auxilio a los damnificados del gran terremoto que devastó el área metropolitana de Tokio en 1923.
Pronto, la clínica de Usui Sensei se quedó pequeña ante la gran afluencia de gente en busca de tratamiento y de sus enseñanzas. Como resultado de su creciente fama, comenzó a viajar por las principales ciudades de Japón, para enseñar este método. En el transcurso de uno de estos viajes, la noche del 11 de marzo del año 1926, le sobrevendría la muerte a la edad de 62 años.
Usui Sensei llegó a contar con dos mil discípulos, quienes continuaron con la labor de la Usui Reiki Ryoho Gakkai enseñando y tratando mediante Reiki.
La asociación fundada por Usui Sensei continua viva hoy en día, con cerca de 500 practicantes.
Dado lo extraordinario del método Reiki de Usui Sensei, no sorprende que el número de practicantes de Reiki extendidos por el resto del mundo, se estime en más de cinco millones.
La historia de la búsqueda del conocimiento secreto de Usui ha sido contada por la Gran Maestra Hawayo Takata (1900-1980).
Esta es una versión edulcorada y con ingredientes cristianos para conseguir introducir la técnica en occidente. La reflejo aquí porque las analogías que utiliza para describir la iluminación (satori) que recibe Usui, donde se le revela la forma de utilizar los símbolos que él ya conocía, me resulta muy pintoresca y disfrutable.
Usui era el Director de un Seminario Cristiano en Kyoto. Sus estudiantes le preguntaron por qué nunca les había enseñado nada acerca del método de curación que usaba Jesús. Ante esta pregunta, el Dr.Usui se dio cuenta que nada sabia sobre este tema; y fue en ese momento que decidió abandonar su posición como Director del Seminario e irse a estudiar Cristianismo hasta que adquiriera el conocimiento deseado.
Su búsqueda lo llevo a América, donde asistió a la Universidad de Chicago, y se graduó como Doctor en Teología.
Durante sus estudios no encontró las respuestas a las preguntas que habían motivado su viaje. Viajó entonces al Norte de la India, donde estudio las sagradas escrituras. Busco también en las Escrituras chinas. Pero todo era en vano. Las respuestas no llegaban.
Mas tarde Usui regresó al Japón y descubrió algunas formulas y símbolos Sánscritos en los viejos Sutras Budistas que parecían contener las soluciones de su búsqueda.
Durante este periodo vivió en un Monasterio en Kyoto, desde donde viajó a la montaña Sagrada de Kuriyama.
Fue allí que decidió ayunar y meditar en soledad durante 21 días con la esperanza de obtener el contacto con un nivel de conciencia tal como el que se describía en las formulas Sánscritas.
Durante su estadía en la montaña, Usui leía en los Sutras, cantaba y meditaba.
Nada inusual pasó hasta el ultimo día, cuando vio una luz brillante moverse a gran velocidad hacia él. Esta se fue haciendo más y más grande, hasta que finalmente lo golpeó en el centro de la frente.
Vio millones de pequeñas burbujas de color azul/lila, rosado, todos los colores del arco iris. Una gran luz blanca apareció, y vio unos símbolos Sánscritos poco conocidos brillando en dorado frente a él.
Este fue el nacimiento del Sistema Reiki de Usui y como le fue revelado a él de los Sutras Budistas.
Cuando regreso al estado normal de conciencia, el sol brillaba alto en el cielo. Sintiéndose jubiloso y lleno de fuerza y energía espiritual, comenzó a descender de la montaña. En su prisa por bajar se dio un fuerte golpe en un dedo del pie y cayo al suelo. El dedo sangraba, y cuando instintivamente se cogió el dedo con ambas manos por unos minutos, dejo de sangrar y el dolor desapareció. Este fue el primer milagro.
Usui tenía mucho hambre y se detuvo en una posada a lo largo del camino
y ordenó un gran desayuno japonés. El mesonero le advirtió que no comiera algo tan abundante después de haber ayunado tanto tiempo, pero Usui pudo comer sin que le cayera mal. Este fue el segundo milagro.
La nieta del posadero tenia un fuerte dolor de muelas desde hacia varios días. Usui puso su mano sobre la cara inflamada de la niña e inmediatamente se sintió mejor. La niña corrió a contarle a su abuelo que el huésped no era un monje común. Este fue el tercer milagro.
Durante los meses siguientes, Mikao Usui sentó los fundamentos del método mediante el cual podía sanar y se entregó a la tarea de difundir su enseñanza a tantas personas como fuera posible, pues entendió que el Reiki era un regalo del Universo para ser compartido con toda la humanidad.
Con ese propósito, fundó el 11 de abril del decimoprimer año de Taisho (1922) la Usui Reiki Ryoho Gakkai, una asociación para la enseñanza y la práctica del método Reiki de curación, y comenzó a enseñar públicamente el método al tiempo que ofrecía sus tratamientos a cuantos los necesitaran.
La labor de Usui Sensei benefició a un número incontable de personas. Este se elevaría aún más con su participación en las tareas de auxilio a los damnificados del gran terremoto que devastó el área metropolitana de Tokio en 1923.
Pronto, la clínica de Usui Sensei se quedó pequeña ante la gran afluencia de gente en busca de tratamiento y de sus enseñanzas. Como resultado de su creciente fama, comenzó a viajar por las principales ciudades de Japón, para enseñar este método. En el transcurso de uno de estos viajes, la noche del 11 de marzo del año 1926, le sobrevendría la muerte a la edad de 62 años.
Usui Sensei llegó a contar con dos mil discípulos, quienes continuaron con la labor de la Usui Reiki Ryoho Gakkai enseñando y tratando mediante Reiki.
La asociación fundada por Usui Sensei continua viva hoy en día, con cerca de 500 practicantes.
Dado lo extraordinario del método Reiki de Usui Sensei, no sorprende que el número de practicantes de Reiki extendidos por el resto del mundo, se estime en más de cinco millones.
En la actualidad:
Existen dos principales sistemas de Reiki, aunque cada uno cuenta a su vez con diversas corrientes:
Reiki tradicional japonés:
Usui Reiki Ryoho Gakkai fué fundado por Mikao Usui en 1922 con el objetivo de transmitir Anshin Ritsumei (estado de paz interior absoluto), aunque se utiliza como puerta de entrada para la imposición de manos. Jamás ha desaparecido y actualmente sigue activo con el mísmo nombre y sede en Tokio, siendo su práctica denominada Dento Reiki (Reiki Tradicional). Se caracteriza porque mantiene como fin último alcanzar satori.
Reiki occidental:
Se inicia con Chūjirō Hayashi, médico y oficial de la marina imperial japonesa además de último maestro certificado por Usui. Tras la muerte de éste en 1926, se independiza de Usui Reiki Ryoho Gakkai y funda su propia asociación, Hayashi Reiki Kenkyu-kai, sistematizando el método y enfocándolo hacia una vertiente más terapéutica.